La Colazione (2007)
Amigos, ha llegado el momento. El momento de lanzar a la palestra el nombre de un grupo único, sin parangón en el panorama nacional. El momento de rendir homenaje a un conjunto valiente, ajeno a modas y prejuicios. Ha llegado el momento de hablar, por fin, de Manos de Topo. Alzo pues mi voz para proclamar la grandeza de una banda que con un solo disco, apenas un puñado de canciones, está sacudiendo las entrañas de todo el que se ve tocado por su obra. Para bien o para mal.
Amigos, ha llegado el momento. El momento de lanzar a la palestra el nombre de un grupo único, sin parangón en el panorama nacional. El momento de rendir homenaje a un conjunto valiente, ajeno a modas y prejuicios. Ha llegado el momento de hablar, por fin, de Manos de Topo. Alzo pues mi voz para proclamar la grandeza de una banda que con un solo disco, apenas un puñado de canciones, está sacudiendo las entrañas de todo el que se ve tocado por su obra. Para bien o para mal.
¿Cuántas veces habéis oído eso de “o lo amas o lo odias”? ¿Y lo de “no deja indiferente a nadie”? Siempre me ha parecido que se abusa de esas expresiones. Si un grupo tiene una personalidad fuerte o unas características muy marcadas, normalmente puedo entender en cierta medida a sus fans y a sus detractores, no hay por qué ser tan cerrado de mente. Y por otra parte, casi todo puede dejarme indiferente. No, esa clase de frases no pueden soltarse a la ligera porque casi nunca son ciertas. Han de reservarse para los verdaderos transgresores, los que abren caminos a machetazos en la maleza del tedio. Han de reservarse para gente como Manos de Topo.
Porque Manos de Topo son como un mineral extraño, una especie desconocida de animal ante el que los expertos no saben cómo reaccionar porque carecen de referencias para catalogarlo. Por eso dan vueltas a su alrededor con desconfianza, y de vez en cuando lo tocan con un palo. Por eso algunos, al toparse con ellos no consiguen penetrar en su esencia y escriben cosas como éstas: “risión, bochorno, vergüenza…son palabras que no alcanzan a explicar la afrenta sonora” (Muzikalia) o “uno no se pone música para acabar con dolor de cabeza” (Hipersónica). Por eso un simple post abriendo debate sobre ellos recibe más de cincuenta comentarios (Jenesaispop) siendo un grupo de lo más minoritario.
Personalmente, nunca tuve dudas a la hora de posicionarme, desde el primer momento supe que Manos de Topo estaban de mi lado. Fue hace un año cuando leí que el festival Cinemad había elegido el mejor videoclip nacional del 2007 en unos premios organizados con la revista MondoSonoro y el mítico bar La Vía Láctea. El ganador era “El cartero”, de Manos de Topo. Como buen aficionado a los videoclips que soy (desde mi adolescencia más tierna), fui a YouTube para ver qué era aquello. Y amigos, si queréis jugar en igualdad de condiciones conmigo, dejad de leer ahora mismo, que ya tendréis tiempo para seguir luego, y vedlo con los mismos ojos virginales con los que yo me asomé a su mundo por primera vez. Con todos vosotros: El cartero.
Después de visionarlo varias veces, la simpatía fue instantánea, aunque confieso que no sabía si tomármelo en serio o a coña. Sin embargo, el grito desesperado de “ahora estoy de puta madre” se había instalado en mi cabeza de manera preocupante. Digamos que sospechaba que había encontrado algo, pero no fui consciente de su magnitud hasta que muy poco después me compré un ejemplar de la Rockdelux. No recuerdo el motivo de ese acto ya que no me la compro casi nunca, pero se ve que estaba sobrado de pasta y necesitado de lectura. La cuestión es que traía un cd con su selección de las mejores canciones nacionales de 2007 y ahí estaban, llamándome por segunda vez, desde la pista número doce, con una nueva canción. Fue la primera que puse. No puedo dejar de insistir en que me acompañéis en este viaje: si en algo os fiáis de mí, interrumpid de nuevo vuestra lectura para ver el increíble vídeo de Es feo. No creo que os arrepintáis.
Si alguno de vosotros es como yo, necesitáis tener el disco. Yo desde luego, después de oír esas dos canciones, lo necesitaba. Era invierno en Madrid, y creo recordar que imitando a Neruda salí a la calle con un cuchillo verde dando gritos, buscando mi anhelado objeto de deseo. Pero tal y como deseaba el poeta chileno, no tuve más remedio que morir de frío, puesto que no pude hallarlo en lugar alguno. La tentación de bajarlo de Internet era grande, pero yo sabía que ese disco era digno de ser comprado. Un hombre de verdad no contempla los cuadros de Van Gogh en la pantalla de su ordenador, no admira la Capilla Sixtina en fotos, no se baja Ortopedias bonitas en formato mp3. Así que lo encargué. Y esperé. Y mereció la pena.
Tres hurras por los libretos con dibujos
Llegados a este punto creo que puedo empezar a hablar del disco. Naturalmente, lo que más llama la atención en la primera escucha es la forma de cantar, un falsete siempre al borde del llanto y con tendencia al histrionismo. Supongo que ése es el gran obstáculo que se encuentra la gente, pero sinceramente, yo después de un par de escuchas ya me había acostumbrado y no me fijaba en absoluto. A fin de cuentas, encaja con la temática de las canciones, y como dice el propio Miguel Ángel Blanca, cantan así porque están “desangelados de alma y espíritu”. Por otra parte, me encanta imitarlo, es divertidísimo.
Musicalmente la clave del asunto la tiene Alejandro Marzoa, al mando del xilófono y el teclado Casio PT-1 que dotan al grupo de su sonido realmente característico, además de algunos arreglos de cuerda y viento de lo más apañados. Eso sí, no engañan a nadie, el nombre del grupo lo eligieron por su torpeza a la hora de tocar. Sin embargo, a nadie escapa que lo verdaderamente importante, lo que sostiene todo y le da sentido, son las letras.
El personaje que habita en las canciones de Manos de Topo es un antihéroe, un perpetuo enamorado con el corazón lleno de cicatrices que no sabe ser de otra manera. Un pobre hombre que está un poco loco, pero que te cae bien. Y con el que resulta fácil identificarse más veces de las que te gustaría. Un tipo al que le parece “muy feo” que su mujer se acueste con otros, aunque admite que no da la talla al hacer al amor y es capaz de declaraciones de amor de la altura de “si te sube la miopía, no importa, yo sigo estando aquí”.
Manos de Topo se consideran continuadores de la senda surrealista abierta por El Niño Gusano o Sr. Chinarro, y desde luego algo de eso hay, pero también mucho más. Lo que marca la diferencia y eleva estas letras a lo más alto son los dardos que saltan inesperadamente, del estilo de “¿Qué vas a hacer cuando descubras que follar provoca cariño?” o frases tan brillantes como “Ya nadie llama a los tranvías deseo”.
Y con ese talento raro y único, con su acertada combinación de humildad y orgullo, y tomándose muy en serio su sentido del humor, Manos de Topo ya son grandes. Por eso, a pesar de las miradas de incredulidad de algunos cuando los oyen en mi coche, cuentan con todo mi apoyo.
6 comentarios:
¡Guau!
Estaba esperando ansioso tu post sobre Manos de Topo.
Yo sólo los conozco de cuando me bajé a la Tierra a verlos en concierto, no hace mucho, con vosotros, Riggy y Susu, y reconozco que me llamaron gratamente la atención. Desde entonces todavía estoy esperando a que me dejes el disco, Riggy.
¡Hola! ¡Ya os iba echando de menos!
De nuevo, nos regaláis una golosina superapetecible (ya lo habíais hecho antes: aún recuerdo el entusiasmo que sentí al conocer a Pigmy).
Me he quedado con ganas de más (¡y eso que he visto los tres vídeos!). Así que he escuchado alguna cosilla en su MySpace. ¡Menudos recuerdos me ha traído el ritmo pregrabado del Casio PT-1, base de la canción "La Chica Tripolar de Fiesta"! ¡Qué triunfo!
Por otro lado, sí que es verdad que recuerdan a El Niño Gusano. Al principio he pensado que no; pero ahora, después de varias escuchas, sí les veo el parecido. Lo de la voz me ha resultado un poco chocante de entrada; pero luego, bien. "Ahora estoy de puta madre" es la gran frase.
Gracias, Riggy, por la información.
Habrá que buscar el CD...
Hola, a los perros lunares!
Creo que el buen Riggy anda detrás de esta entrada con interesante recomendación. Yo no conocía a esta gente nada más que de oídas, pero veo que caen de lleno en las coordenadas de lo que me mola. Habrá que buscarlo.
Seguid escribiendo, "lunares", me gustaría ver post aquí más a menudo.
Un saludo.
Vuelvo a comentar porque verdaderamente Manos de Topo son unos fenómenos. está claro que sobre gustos no hay nada escrito, etc, etc... pero me irrita muchísimo que se diga que un grupo como este son la "risión" (en el mal sentido) o una "afrenta sonora", cuando a la vez se encumbra a posibles mierdas como Astrud (todavía lo estoy debatiendo) a la categoría de "genios".
Si Manos de Topo son pupita, entonces de Hidrogenesse ya no hablamos, ¿no? Ah, vale, que esos van en sentido irónico, y tienen bula papal porque son más inteligentes que nosotros.
Pero no se trata de defender a Manos de Topo a base de injuriar a otra gente, estos tienen calidad propia y basta (por otra parte, el parecido con El Niño Gusano es más que evidente).
Y si un periodista dice "yo no escucho música para acabar con dolor de cabeza" le recomiendo que deje el rock, desde Led Zeppelin a Depeche Mode.
Gracias Karmen y Porerror por vuestros siempre apreciados comentarios, me alegro de que os unáis al club de amigos de Manos de Topo. Por cierto que se me olvidó ponerlo pero el segundo disco ya está en proceso, que éste salió hace más de un año.
Respecto a esos tristes "periodistas" que he linkado, lo cierto es que sus reseñas son de cuando salió el disco, pero con el paso del tiempo se va notando una mayor aceptación general y un reconocimiento de la valía del grupo. En cualquier caso yo creo que el talento se les nota desde la primera escucha.
Y en cuanto a los ánimos para que escribamos más, se agradecen mucho, a ver si en Navidades con eso de que hay más tiempo libre...
Si es un tópico, como bien has dicho, eso de "lo amas o lo odias", no es menos tópico que salga alguien diciendo "pues a mí ni fu ni fa". Me molan Manos de Topo, pero en pequeñas cantidades, dos o tres canciones seguidas. Eso sí, las letras tienen miga, grandes frases.
Me encanta eso que has escrito de "El personaje que habita en las canciones de Manos de Topo es un antihéroe, un perpetuo enamorado con el corazón lleno de cicatrices que no sabe ser de otra manera".
Y me acabo de acordar de que hace tiempo que no escucho pop español...
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