28 septiembre 2007

Circodelia - "Máquinas románticas" (Ed. extendida)

Tool Music (2006)

Tenemos aquí nada menos que el disco definitivo del mejor grupo desconocido de rock’n’roll que hay en España. Salió a la venta hace año y medio, pero vamos, dada su nula repercusión se puede presentar como novedad tranquilamente. Y es que, por razones difíciles de precisar, los muchachos de Circodelia habitan en lo más profundo del limbo de la escena musical patria. Nadie sabe muy bien qué es lo que hace que un grupo pase a jugar en la liga de los grandes y parece que ellos tampoco, porque siguen sudando cada semana en escenarios de regional desde hace muchos años ya. Lejos queda su promocionado disco de debut, con la producción de Alejo Stivel y su hit en Los 40 buscando a las chicas de las canciones. Ahora, ni comerciales ni alternativos ni nada de nada, pasan desapercibidos para todo el mundo excepto para nuestro siempre atento amigo el Perro Lunar. Lo cual no deja de ser sorprendente, porque funcionarían igual de bien para quinceañeras que para modernos con ínfulas underground.

Máquinas románticas es su tercer álbum y el primero que han hecho con calma y controlando todos los detalles. Ésa es una forma de verlo. También podría decirse que lo han hecho ellos mismos con cuatro duros porque no les quedaba otra. La verdad es que da la impresión de haber sido grabado con pocos medios y la producción y las mezclas pues…sin ser ningún experto diría que el disco en general suena cutrillo, en plan maqueta. Y si me he dado cuenta yo, al que realmente se fije en esas cosas le debe sonar a mierda en lata, en el supuesto de que la mierda enlatada emitiese algún sonido. Pero bueno, teniendo en cuenta que lo ha producido Pablo Parser, (guitarrista del grupo) que es de suponer que es la primera vez que lo hace en su vida, tampoco es plan de ponerse elitistas, joder. Sin embargo conviene advertirlo porque sin haberles visto en directo (donde realmente muestran todo su potencial) en una primera escucha es algo que puede echar para atrás.

Y no debería, porque la colección de canciones que incluye es sensacional. Se nota que han tenido dos años para componer porque, a diferencia de sus anteriores trabajos, no hay un solo tema flojo o prescindible. El disco respira rock’n’roll clásico por los cuatro costados, y a lo largo de su minutaje resuenan los ecos de nombres tan grandes como los Stones, los Who o el primer Bowie. Pero no sólo de riffs vive el hombre circodélico, ya que hay hueco para temas bailables con sintetizadores e incluso para el country más festivo, sin olvidar que un disco de buen y viejo rock’n’roll debe ir aderezado con unas cuantas gotas de saxo aquí y allá. La banda suena contundente y poderosa, especialmente gracias al buen hacer de Javier Planelles, un baterista excepcional.



Sin embargo, lo que marca la diferencia y transforma un buen disco en algo único son los irónicos textos de Víctor Pérez, el carismático primo cordobés de Mick Jagger y vocalista del grupo. Este hombre nos demuestra dos cosas que no son ni mucho menos evidentes a juzgar por lo que estamos acostumbrados a oír. Una, que se puede hacer rock’n’roll cantando en castellano (esto lo saben pocos grupos: M-Clan, Zodiacs, Pereza y poco más) Dos, y más importante, que las letras no tienen por qué dar vergüenza ajena (a los de M-Clan ese concepto ya se les escapa un poco).

Con especial atención a la vida nocturna madrileña, las canciones del disco pasan por Malasaña, la Gran Vía, la FNAC, el Hipercor o su segunda casa, el Honky Tonk Bar. También encontramos referencias pop tan elegantes como Brigitte Bardot, Lauren Bacall, los Kinks o la Cherry-Cola. Iba a decir que en el aspecto lírico Víctor está más cerca de Ray Davies que de Jagger, pero por no forzar más con los rockeros viejunos, diré que va en la línea de Carlos Berlanga y Nacho Canut, que no es decir poco. Otra razón por la que no puedo evitar adorar las letras es por su querencia por las esdrújulas, que como todo el mundo sabe son las palabras más bellas de nuestro idioma y rara vez se oyen en canciones. Buena prueba de ello es el nombre del álbum y también del anterior, Lo trágico es magnético, que probablemente sea mi título de disco preferido de todos los tiempos, en dura pugna con A por ellos, que son pocos y cobardes de Loquillo y Trogloditas.


La que yo tengo es la edición extendida del álbum, que incluye dos temas extra y un dvd con videoclips y un making of de la grabación del disco bastante curioso. Quizá demasiado casero (les vemos hasta haciendo la compra) pero interesante. Además, del diseño gráfico del álbum se ha encargado el propio Víctor Pérez, dando lugar a un libreto muy chulo en el que cada canción tiene sus propios dibujitos, incluyendo cómics protagonizados por los miembros del grupo. Es la clase de cosas que nos alegran tanto a los que aún gozamos del inigualable placer de comprar discos originales, y en cierta medida compensa la espantosa portada, cuyo punto fuerte es un tío abrazando a un oso, algo para lo cual no tengo explicación.

Envoltorios aparte, la cuestión es que con este disco nuestros amigos de Circodelia nos demuestran que el rock’n’roll no ha muerto. Sólo hay que saber buscarlo.

Nota: 9

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buena crítica. muy de acuerdo contigo en la mayoría de tus comentarios.
(M-clan son la leche y son en absoluto criticables!!!)
opiniones a un lado, me gustaría comentar que el dibujito que acompaña a la letra de "orgullosamente" en el libreto del disco no es ningún invento de Víctor, sino que son unos dibujitos pre-existentes llamados "las debbies". se puede ver una historia (no sé si es la única o hay más) en el maravilloso youtube--> http://youtube.com/watch?v=-HbN_VldX7k

(recomiendo insonorizar los altavoces si quieres mantener tus oidos sanos)

Un 8'5 al disco y un 9'75 a la crítica.

Anónimo dijo...

haciendo alguna investigación, las debbies forman parte de "the oblongs". hay bastantes cosillas por el, una vez más, maravilloso youtube.
sólo eso.