Sidonie - "Costa Azul"

Sony BMG (2007)

Qué bonito es ver cómo evolucionan los grupos. Si con su tercer disco (Fascinado, 2005) el trío catalán se pasaba del inglés al castellano, con éste nuevo trabajo se olvidan de sus orígenes más rockeros y psicodélicos, y entregan once gotas de pop cristalino y luminoso. Si en los albores del grupo se dedicaban a versionar a Pink Floyd o la Velvet Underground, diez años después, el asunto se parece más a los Byrds o a los Beach Boys.

Nunca han ocultado los muchachos sidónicos la gran satisfacción que les produjo fichar por Sony desde la pequeña Bip Bip Records, por el gran salto a nivel de producción y recursos que ello conllevó. En este álbum parecen haberlo aprovechado más que nunca, contando con una gran variedad instrumental y unos arreglos exquisitos. Los ecos californianos a los que hacía referencia antes son especialmente evidentes en las armonías vocales y los muchos “parara’s”, “uuu-uu’s” y “aaaa-aa’s” que pueblan el disco (así escrito es un poco lamentable pero creo que se me entiende). Además, se aprecia un especial interés en cuidar las melodías, con lo cual es una delicia escucharlo aunque sólo sea teniéndolo de fondo. Y hablando de delicias, como ya ocurriera en el disco anterior, de nuevo hay un tema en el que brilla la voz de la hermana de Marc Ros, que se llama Miri y que le da la réplica en Los olvidados. En definitiva, un disco que dignifica el maltratado nombre del pop.

Respecto a las letras, Marc vuelve a demostrar que está varios niveles por encima de la mayoría de compositores patrios. Menos onírico que en la época en la que regaban con lava las flores de su jardín polar, el disco es toda una apología de la elegancia, la belleza y el buen gusto. Sin caer nunca en lugares comunes o en obvios versos de relleno, tenemos historias cercanas sobre salidas de fin de semana, tardes de domingo y un mecánico que anhela un entorno vital más sofisticado; pero también cuentos evocadores sobre internos psiquiátricos, actrices caídas en el olvido y el sorprendente final de Giraluna, una pieza metafórica que no tiene precedentes en la obra del grupo. Es un tema que, por cierto, lleva el mismo nombre que una preciosa canción de Luis Eduardo Aute. De todas formas, Marc no tiene el monopolio lírico, ya que Axel y Jesús firman también un tema cada uno.

Kit básico del dandy de extrarradio

La verdad es que los chavales fuerzan un poco el asunto de las referencias culturetas, pero como molan, yo se lo perdono. Hay un tema con título de película de Bergman y otro de Buñuel, una cita de Baudelaire y otra de John Milton, menciones a James Dean, Pier Paolo Pasolini, Molière y una canción dedicada a Sylvia, el personaje de Anita Ekberg en La dolce vita. No está mal todo eso en menos de cuarenta minutos.

A mí me gustaría que los múltiples elogios que han ido besando la orilla de esta Costa Azul por parte de la crítica, fueran acompañados también del aumento de público y ventas que Fascinado no logró provocar. Merece la pena adentrarse en las canciones de Sidonie, no sólo por lo estimulantes que resultan, sino también porque son uno de esos grupos que consiguen crear un universo propio. Mi consejo es que, fular al cuello y martini en mano, os sumerjáis en él con alegría.

Nota: 8