Pensaréis que estoy loco, pero creo que la mayoría de los que andamos despotricando de la globalización mentimos. Al menos un tipo de globalización, (desde luego, no la económica), nos chifla: la musical.
En los últimos años, el primer mundo se ha estado llenando de adictos a las músicas folclóricas/músicas del mundo y a la posible mezcla de todas ellas: la fusión. Y aquí hemos llegado al meollo del asunto, porque muchas bandas han naufragado en el intento de combinar músicas autóctonas de diferentes lugares del mundo, de superponer sentimientos de varias culturas que, pese a ser los mismos, están separados por miles de kilómetros y expresados mediante músicas diferentes. Bien, pues, ladies and gentlemen, hoy les presento una banda que no ha naufragado, es más, ha salido muy bien del paso: Asurancethurix Park.
Vienen del sur de Madrid y son ocho músicos que desde su propia heterogeneidad han creado un mosaico a base de olores, recuerdos, leyendas, bullicios, viajes, experiencias... en el que, al separarte un poco, puedes apreciar clara y armónicamente la silueta de la Tierra, nuestra propia casa y nuestra gran desconocida. Y eso sólo lo podían conseguir con mucho trabajo, lo cual queda patente desde la primera escucha del álbum. Llevan bastante tiempo ya sobre el escenario consiguiendo la unión y empatía que necesita un grupo antes de grabar, y su disco es ahora el mejor reflejo de todo su esfuerzo. ¡Ojo!, y sin que nadie les pusiera un duro. Ellos mismos se han sacado las castañas del fuego con el apoyo de sus incondicionales. No sólo de multinacionales y artistas consagrados iba a vivir El Perro Lunar.
En los últimos años, el primer mundo se ha estado llenando de adictos a las músicas folclóricas/músicas del mundo y a la posible mezcla de todas ellas: la fusión. Y aquí hemos llegado al meollo del asunto, porque muchas bandas han naufragado en el intento de combinar músicas autóctonas de diferentes lugares del mundo, de superponer sentimientos de varias culturas que, pese a ser los mismos, están separados por miles de kilómetros y expresados mediante músicas diferentes. Bien, pues, ladies and gentlemen, hoy les presento una banda que no ha naufragado, es más, ha salido muy bien del paso: Asurancethurix Park.
Vienen del sur de Madrid y son ocho músicos que desde su propia heterogeneidad han creado un mosaico a base de olores, recuerdos, leyendas, bullicios, viajes, experiencias... en el que, al separarte un poco, puedes apreciar clara y armónicamente la silueta de la Tierra, nuestra propia casa y nuestra gran desconocida. Y eso sólo lo podían conseguir con mucho trabajo, lo cual queda patente desde la primera escucha del álbum. Llevan bastante tiempo ya sobre el escenario consiguiendo la unión y empatía que necesita un grupo antes de grabar, y su disco es ahora el mejor reflejo de todo su esfuerzo. ¡Ojo!, y sin que nadie les pusiera un duro. Ellos mismos se han sacado las castañas del fuego con el apoyo de sus incondicionales. No sólo de multinacionales y artistas consagrados iba a vivir El Perro Lunar.
El disco se abre con aires célticos y uno cree tenerlos ya clasificados, pero tras apenas un minuto y sin que te dieras cuenta, te han transportado a un bazar oriental en el que admiras a los encantadores de serpientes y tus ojos se fijan en los sacos de tintes y especias de diferentes colores, pero cuando quieres extender la mano para tocarlos estás en medio de un jolgorio gitano en Hungría. Y todo eso en una sola canción; podéis haceros una idea de todo lo que tienen para ofrecer a lo largo del disco. Brumas del norte de Europa que se cuelan en ritmos caribeños; algún toque de blues dentro de tabernas medievales; Sudamérica y un poco de rumbita española no podían faltar, pero asediadas por los vientos del Sahara; los olores de la ruta de la seda se mezclan dentro de ti con el arrebato del tango, y tú no te mueves de tu habitación, dándoles las gracias a estos ocho locos por haberte traído medio mundo a tu casa. Al precio que se cotizan, no deberíais dudar ni un segundo en haceros con esta joya, pero si no os fiáis de mí podéis comprobar lo que os cuento en su myspace, donde dejan escuchar gratis a todo el mundo la mitad de su disco.
Creo que le gustarán al Perro Lunar
Todos los músicos están soberbios porque, aunque lo hagan parecer sencillo, no es nada fácil conseguir que guitarras, violines y flautas caminen juntos y menos hacer que suenen exactamente en el lugar del mundo y el momento de la historia al que quieres que lleguen. Mención especial merecen los percusionistas que se desenvuelven sin ningún problema con cualquiera de los ritmos que suenan en el disco y, cómo no, Kayele, la cantante que con sus letras y su voz coloca a Asurancethurix Park un escalón por encima de la fusión-bien-hecha. Melodías que te agarran y no te sueltan combinadas con letras comprometidas, que no sólo proponen justicia para los más necesitados, sino que saben ver los problemas de la sociedad occidental, el egoísmo, las prisas y los agobios a los que nos somete el sistema económico... Ya lo avisaban en el título: "Tiempo al tiempo", las cosas buenas se hacen despacio y se disfrutan despacio.
Con su nombre lo dicen todo, assurancetourix: un seguro a todo riesgo contra el aburrimiento. Vayan buscando tiempo para disfrutar del fantástico viaje que nos proponen.
Con su nombre lo dicen todo, assurancetourix: un seguro a todo riesgo contra el aburrimiento. Vayan buscando tiempo para disfrutar del fantástico viaje que nos proponen.
3 comentarios:
No sé si al Perro Lunar le gustan Surfin' Bichos, pero a mí me encantan. Molaria que hicierais una retrospectiva o algo así.
¿Qué le ocurre a El Perro Lunar que ya apenas escribe? ¿Acaso tiene la gripe lunar? ¿O es que está de exámenes lunares?
;)
Un saludo.
Coff, coff. Ejem, ejem. Atchús. Sí, sí, es la gripe que nos tiene congestionados...
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