
Edwin Moses es una banda capitaneada por Pedro Vigil, que es ya un habitual de la escena musical española, y más o menos afincada en Gijón. Yo, al llegar a casa, me puse el disco y leí en los créditos quiénes eran. Sencillamente, no me lo podía creer; llevaban poco más de un minuto sonando, pero esa melodía con esa percusión y los acordes del piano no podían venir de un grupo de Gijón. Al leer un poco más me metí, sin darme cuenta, en la historia de un músico negro norteamericano, llamado Edwin Moses, que había colaborado con grandes del soul durante los setenta y había editado, sin mucha repercusión, sus propios discos. En el 81 adoptó la fe musulmana, se rebautizó como Jamal Nafsum, partió hacia África, buscando sus raíces y envolviéndose en un viaje repleto de música, aventuras y desventuras. Todas se detallaban en el estuche desplegable del disco, y se incluía un mapa con el trayecto del viaje.
Puede que penséis que toda esta historia enmascara un grupo mediocre que no sabía qué hacer para vender su música; nada más lejos de la realidad, Edwin Moses se traen muy buen material entre manos. Cuando se les pregunta por influencias no se andan con chiquitas: Curtis Mayfield, Isaac Hayes, Marvin Gaye... los pesos pesados, vaya. Y aunque la voz que suena en el disco no sea exactamente la de un negro de los setenta que acaba de pasar dos años en África, la música que la acompaña da el pego y está a la altura de las influencias que se le adjudican. Hacía tiempo que no oía tanta precisión en un disco, cada instrumento está en su sitio: guitarras sincopadas para dar un toque funky, pianos melancólicos capaces de arrancar lágrimas si se escuchan en una tarde lluviosa, flautas que te alegran el día, órganos para entrar en trance cuando canta el coro de gospel, rhodes delicados que dan todo el soul que llevan dentro, guitarras acústicas y hasta banjos para una pincelada de folk norteamericano, percusiones africanas que no podían faltar..., ¡y qué arreglos para orquesta!, si los hubiera escrito el mismísimo Hayes para una película sobre el viaje africano de Jamal Nafsum no habrían sido mejores, creedme. Al acabar muchas canciones del disco no me cuesta imaginarme a Juan de Pablos soltando su entrañable mmmmmhhhh..... en "Flor de Pasión".
Todo este contenido se merece un continente que lo respalde, y lo tiene: un estuche blanco de cartón desplegable con toda la historia, el mapa, fotos en blanco y negro de la banda, el disco imitando a un vinilo, las letras de la portada en relieve... Si os gusta la música negra, la buena música en general, y no sabéis en qué gastaros 10€ ésta es una muy buena inversión: merece la pena.
Nota: 9
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Acabo de hablar con el Perro Lunar y me ha echado una buena bronca. Primero, dice, por no haber conocido a Edwin Moses hasta su tercer álbum y por haberme perdido sus directos, y después por haber insinuado que la historia del cantante de soul perdido fuera mentira. "Imagina lo mal que me sentaría a mí que la gente pensara que es mentira vuestra historia de que sois amigos de un perro amante de la música que vive en la Luna". Tiene razón: ¡¡yo creo en Edwin Moses!!
2 comentarios:
Yo tuve la suerte de ver a Edwin Moses en directo, y la verdad que son super divertidos y su música, para ser el Soul/Funky un estilo tan inhóspito para un español, es francamente notable...
Pues pensaba yo que después de cinco años ya lo sabía casi todo sobre ti. pues toma, pa que vuelvas. Puedo decir que me he quedado cinco puntos por encima de "sorprendida" y uno por debajo de "me quiero casar con vosotros" (con permiso de la santa, por supuesto). Bueno, en serio que me ha gustado mucho, sobre todo la foto de tu perfil (con el precio y tó!) y, en especial la ubicación del perro lunar. Allá donde vayamos nunca dejaremos de ser lo que somos. Un besazo y viva Silvio!!
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