20 enero 2008

Sidonie

Copérnico - 13 de diciembre de 2007

Hola amigos. El Perro Lunar, batiendo récords de pereza e incompetencia, presenta hoy la crónica de un concierto que tuvo lugar hace cinco semanas. Pero como en la luna la memoria de sus habitantes es siete veces mayor a la de los terrícolas, no habrá problemas en relataros todo lo que aconteció. En una perfecta cobertura del trío barcelonés, después de haber repasado ya su último disco, nos ocupamos hoy de su directo.

Parece ser que a pesar de las buenas críticas, Costa Azul no ha supuesto para Sidonie el aumento de seguidores que cabría esperar, y esto lo digo porque siendo la cita en Madrid y con el disco en la calle desde hace meses, sólo en los últimos días consiguieron vender todas las entradas de una sala que debe andar por las 500-600 personas de aforo. Una pena, la verdad, yo creo que deberían ser mucho más populares.

Hablando del local, Copérnico es un lugar que no sé si me gusta o no para los conciertos. A su favor tiene su decoración toda de madera que le dota de indiscutible personalidad y de un ambiente mucho más acogedor que la mayoría de salas frías y feas de la ciudad. Pero es complicado que eso compense su escenario ridículamente bajo, que hace que para obtener buena visibilidad tengas que ponerte en los laterales, que están más altos. En efecto ahí se ve de puta madre pero a mí me gusta estar en el centro y mirando de frente.

Aspectos espaciales y decorativos aparte, tenía yo mucho interés en comprobar cómo iba el grupo a conjugar las dos vertientes que han ido mostrando en su carrera: su cara más psicodélica y anglófona, con su reciente aspecto puramente pop cantado en castellano. La única referencia con la que contaba era un concierto de hace un par de años junto a otros tres grupos. En aquella ocasión, disponiendo de sólo cincuenta minutos, todas las canciones menos una fueron temas de Fascinado, que presentaban en aquellos días. Así pues, mi apuesta era que, en la misma línea que Deluxe, darían por enterrada su primera época y se centrarían casi enteramente en sus dos últimos trabajos como afirmación de su nuevo camino. Pero amigos, hasta el Perro Lunar se equivoca algunas veces por muy sabio que sea (que lo soy).

Básicamente el concierto, cual disco de vinilo, se compuso de la cara A y la cara B. Y supongo que con la intención de que la gente entrara en calor y se animara cuanto antes, la cara A fue la de nuestra lengua. Así, lanzaron de entrada temazos como Persona, Nuestro baile del viernes, Costa Azul, Bohème, Dandy del extrarradio…todas mis favoritas, vaya. Entusiasmo colectivo y letras coreadas de principio a fin por todos los asistentes fueron las consecuencias. El problema es que a mí no me gusta que toquen “las buenas” al principio porque te pilla un poco en frío, pero vamos, eso ya son gustos.

En cualquier caso había buena conexión con la gente, aspecto que se hizo especialmente evidente durante la emocionante interpretación acústica de Jardín polar que hizo Marc totalmente en solitario. A continuación, en la cara B, llegarían también momentos de lucimiento para Axel y Jess. Por cierto que el bajista se llama Jesús pero he observado que los fans le llaman Jess y yo quiero parecer entendido. Me pasó igual cuando empecé a trabajar con gente de Nissan y noté que todos en la empresa lo pronunciaban Níssan, en lugar de Nissán como hacía yo, quedando como un paleto ante sus ojos. Os preguntaréis que hacía gente de Nissan en la luna pero me temo que es confidencial.

Como iba diciendo, la segunda parte del asunto consistió en revisitar tiempos pasados, con temas como Feelin’ down, Bla Bla Bla, Moog, Varanasi… en este último Jess sacó el sitar y Axel se puso a los bongos, con un resultado tan brillante en lo sonoro como frustrante en lo visual, porque con los dos sentados en el escenario no se veía nada. En esta media hora se vivieron los momentos más vistosos instrumentalmente y de mayor altura musical, incluyendo un pequeño homenaje al Tomorrow never knows de los Beatles. El grupo sonaba fenomenal, aunque también se redujeron los niveles de desenfreno en la audiencia. Hay que decir que el trío eran cinco en esta ocasión, dado que les acompañaban otro guitarrista y un teclista. Merece la pena detenerse en este último porque a pesar de que afirmaron haberle sacado de un café de Nueva York donde le escucharon tocar, lo cierto es que por la indumentaria más bien parecía un músico de Camela, o quizá el cantante de El Barrio (el hombre que firmó la mítica rima: Ángel de amor / qué pena que sufrieras un desamor)

Como ya he dicho, me sorprendió tanto protagonismo de sus discos en inglés, sobre todo porque condenaron al olvido a casi todo el disco de Fascinado, y no será porque le falten buenas canciones: Fiebre, Joe, Tienes gracia, Dos murciélagos…quedaron descartadas del setlist, no sé si porque no han terminado de creerse su nueva imagen o porque no quieren renunciar a su pasado. Yo hubiera preferido una mayor convicción para defender su obra reciente, porque ya se sabe lo que dice el refranero español sobre los que quieren abarcar mucho…

En lo relativo a la actitud escénica, los muchachos estuvieron de lo más moderado, sobre todo teniendo en cuenta que años ha eran famosos por liarla parda sobre las tablas. Tal vez sea la madurez o puede que el cansancio, dado que estaban recién llegados de dar unos cuantos conciertos por Argentina. No quiere decir esto que no se les viera a gusto, sintiéndose con la confianza de animarnos a adquirir artículos en el stand de merchandising o de interrumpir el concierto para que Marc prácticamente obligara a Jess a cantarnos a todos un tema de Gram Parsons. No me preguntéis cuál fue, lo ignoro todo acerca de su carrera en solitario. La emoción regresó al graderío cuando al comienzo de los bises se produjo la inesperada aparición por un lateral de la sala de Marc y Jess cargando sendas guitarras acústicas. Sin ningún tipo de amplificación interpretaron Todo lo que nos gusta, mientras la afición se debatía entre guardar el sepulcral silencio que hubiera sido necesario para que se les escuchara, o cantar con ellos.


Mientras iban acabando, surgió en el escenario la figura de Axel, ejecutando una especie de baile mímico con un bonito tocado floral plateado. Era el inicio de una pequeña escena teatral que precedió a Giraluna, con un Jess de ropajes orientales dando la entrada al Rey Sol, que no era otro que Marc con túnica y corona. Muy bonito todo y una elegante manera de continuar con su conocido amor por el disfraz. El punto final fue tan obvio como efectivo: Fascinado y el imperecedero hit On the sofa se encargaron de culminar triunfalmente el evento para que todos cantásemos y nos fuéramos felices. ¿Cómo irse de otra manera? La noche nos había ido bien, estábamos vivos y aún éramos jóvenes...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me da rabia perderme muchas cosas aqui, pero lo del nuevo disco y conciertos de Sidonie, más, que ya sabes que los sigo desde hace mucho tiempo.
La verdad que yo sobre Copernico tp me decido, porque estando normal de frente, no les ves más que el paquete; pero acuerdate de que vimos el concierto de Lori Meyers por sus inicios, conmigo sentada literalmente en un ladito del escenario.

Porerror dijo...

Este año Sidonie no han venido a mi ciudad, aunque amigos míos los vieron en Granada hace un mes y me contaron del concierto justo lo que tú describes. Yo los vi en Octubre del 2005, Fascinado llevaba un mes en la calle, la sala estaba repleta y el grupo parecían destinados a la gloria. Definitivamente, algo les ha sucedido por el camino, o es que España no se merece a sus artistas, y entonces volvemos al lamento de siempre.
Por cierto, acertadísimo el comentario sobre El Barrio: un tipo soberbio y chabacano que se ve a sí mismo como un poeta excelso y va por ahí en las entrevistas burlándose de la música de Juan Pardo.

Fran G. Matute dijo...

Cuidado con hablar mal de Juan Pardo, que es pariente político mio...

Karmen dijo...

¡Qué interesante! Nunca habría imaginado a Sidonie interpretando una cación de Gram Parsons... Del Grupo de Expertos Solynieve podía esperarlo, pero de Sidonie... ¡Qué sorpresa más agradable! Ahora ya sé lo que tengo que pedir cuando vengan a mi ciudad... ;-) "This town's filled with sin..."

Anónimo dijo...

y yo que me perdí el concierto...

Lhotse dijo...

Oh loado perro lunar, tengo una pregunta para ti (so pena de ir al infierno por ello). No viene a cuento con este post, pero si lo comento en el suyo propio (el de bruce springsteen) probablemente...pasará desapercibido.

va en concreto para riggy y cobi: Me confieso (lo digo con los ojos tapados) he oido el disco de Bruce de Born in the USA y....no me ha dicho nada. "Oh no!! ¿Pero qué dice?, es una herejía a la música en sus pilares fundamentales". No en serio, lo escuché cuando más atenta voy a la música: en el coche. No está mal la música pero me parecieron todas muuuy uniformes , salvo dos o tres. O he ido a dar con el disco "más peor" o vaya usté a saber...

Que bien decíroslo por aquí, así no me tiraréis tomates.

He dicho