Especial de Navidad (I)

Ya sé que suena un poco tópico, pero es que es así. Si cualquier bisbal de turno puede tener su Especial de Navidad en la televisión, ¿por qué no iba a poder tenerlo yo, el gran Perro Lunar? Bueno, la realidad es que todos los años me doy una vuelta por la Tierra en Navidad y paso por Madrid para tomarme las uvas, de modo que aprovecho para hacer una reunión con mis corresponsales preferidos, Riggy y Susu, reunión que hemos acabado llamando "nuestro Especial de Navidad". Como es de esperar, en estos especiales nos dedicamos a hablar sobre música y discos, que es lo que mejor se nos da. Muchos nombres salen a lo largo de la noche, pero por ahora sólo os comentaré algunos de los más súsicos.

Este año empezamos la velada en casa de Riggy, que es un lugar muy socorrido para reuniones sociales. Como había que romper el hielo de alguna manera, empecé poniéndome duro y regañándoles por algunos discos que, a mi juicio, habrían merecido estar en la selección lunar de los últimos meses. A Susu le eché en cara que no hablara del "True Indeed" (2006) de los Sound Providers, y más sabiendo que ha sido uno de los grupos americanos de hip-hop de los últimos años que más le han sorprendido. Su respuesta fue que su fórmula musical basada en muestras simples pero resultonas de jazz estaba empezando a parecerle repetitiva. Yo creo que siguen sonando igual de frescos que al principio, pero bueno. "Además -continuó Susu- parece que éstos han sido muy originales volviendo a las raíces del mejor rap de comienzos de los 90, pero todo el mundo se olvida de que aquí, en España, hemos tenido a Jazz Two, un dúo que estuvo recuperando la esencia de esos sampleos jazzeros mucho antes de que se oyera hablar de los Sound Providers por aquí. Y, por si fuera poco, contaban con las siempre inmejorables letras de Dobleache". Cuando mis chicos tienen razón, la tienen y ya está. Yo ya casi lo había olvidado, pero el "Nomon" (1998) de Jazz Two es toda una pequeña maravilla que merece ser mencionada.

Pero no todo fueron regañinas, enseguida me puse a felicitarles, porque su iniciativa de sacarme a la luz vía internet es algo por lo que siempre les estaré agradecido, y la música de la que hablan realmente refleja el eclecticismo que me define; ¿Bruce Springsteen y Chacho Brodas en el mismo blog?, me encanta. Los Chacho Brodas, por cierto, vuelven a estar en la calle, como bien prometía Susu, con una mixtape llamada "Pum Classics" (2007) en la que meten grandes éxitos de rap americano en la batidora con un montón de funk y soul, dándoles una envoltura musical diferente y, para mí, mucho mejor que la original. El problema de que Susu y yo nos pongamos a hablar de hip-hop americano y remezclas con funk es que muy probablemente Riggy empiece a parecer distraído. Al darme cuenta, y aprovechando que estábamos en su casa, fuimos a su cuarto y ante su colección de discos, empezamos a rescatar joyas, una detrás de otra.

Susu volvió a escena cuando, hablando de fusiones infructuosas con Riggy, nos interrumpió descaradamente preguntando: "¿qué te ha parecido el disco de Pitingo?". Parecía ansioso por hablar de él, así que le seguí el rollo. "Con Habichuelas" (2006) fue el primer disco de este joven cantaor y, aunque me gustó, no fue exactamente lo que me esperaba. Susu estaba de acuerdo conmigo: "al principio me pareció arriesgado su concepto de soulería, pero en los directos demostró sus buenas maneras a la hora de mezclar el cante flamenco y el soul. Y ahora va y saca un disco casi exclusivamente flamenco que está muy bien, pero que no tiene rastro de la tan publicitada fusión, salvo por los coros de un par de canciones y algunos requiebros de su voz".

Y con esto nos fuimos a casa de Susu. Era tarde y el barrio parecía poco transitado, así que aprovechamos para tararear algunas canciones, brincar y bailar al desritmo de los temas que se nos iban viniendo a la cabeza. Ya en su casa, era inevitable que Susu nos atormentara un poco con su guitarra, que siempre tiene una canción de Bob Dylan esperando en los trastes. Como Dylan es uno de esos vicios que mis dos reporteros comparten era inevitable que una gran conversación surgiera: el Dylan de antes, el Dylan de ahora, el mejor Dylan, el peor Dylan... Susu apuesta siempre por "Blood on the Tracks" (1975), con sus canciones simples, sin florituras, pero con esa inolvidable lírica del desamor y el desengaño, la rabia y la autocompasión, desde la primera nota hasta la última. Y aprovechó también para mostrarnos su último descubrimiento dylanístico: un recopilatorio con las mejores canciones de la época cristiana de Dylan revisitadas por grandes coros y solistas de gospel norteamericanos. Yo no conocía este "Gotta Serve Somebody" (2003) pero me pareció la mejor manera de meterse en esta época un tanto desconocida del gran Bob.

Otro de los muchos puntos musicales en común de Riggy y Susu es, sin duda, El Chojin. El rapero español les ha dado muy buenos momentos y muchas canciones y frases míticas que suelen recordar cuando están juntos. Este año tampoco podía faltar, a propósito de su último disco, "Striptease" (2007), que ha traído más del Chojin de siempre, lo cual es una buena noticia, aunque puede empezar a sonar repetitivo. Susu apostilló que este disco es más melódico que los anteriores, y esto es lo que supone una novedad, con bastantes colaboraciones de cantantes de soul y r'n'b españoles, incluyendo al fantástico coro Gospel Factory. Pero lo que más llama la atención del disco es lo fea que es la portada, con el rapero en disposición de comenzar a hacer un striptease ante una expectante audiencia masculina.

Las malas portadas son siempre un interesante tema para una reunión de melómanos interestelares, y este año hicimos una especie de concurso para encontrar el mejor-disco-con-la-peor-portada. Una difícil elección, porque hay muchos grandes discos entre cuyas virtudes no resaltó la de una carátula que uno colgaría, ampliada, en la pared de su cuarto. Pero hubo que decidirse y Susu puso sobre el tapete el "Two Pages" (1998) de 4Hero, que, pese a ser el máximo exponente del drum'n'bass que no se conformaba con ritmos acelerados para mover a las masas, sino que profundizaba en las raíces negras del género con ambientes jazzys y melodías trabajadas, fue víctima de los tiempos con una portada new-wave/new-age/esotérica horrorosa.

Después de habernos reído de muchas malas portadas y de haber escuchado muchos buenos discos nos tomamos un par de cervezas por ahí y, de vuelta en casa, acabamos la velada de la mejor manera posible y siguiendo las indicaciones del gran blog de Porerror, apagamos las luces, encendimos un par de velas y escuchamos casi religiosamente el "Smile" (2004) de Brian Wilson, esa obra de arte pop que mis pequeños ayudantes de Perro Lunar habían dejado pasar hasta ahora.





¿Qué mejor manera de celebrar la Navidad? ¡¡Feliz año nuevo, amigos telúricos!!